Se espera que el asteroide 2015 BY310, que se cree que mide hasta 305 metros de diámetro, se acerque a nosotros en términos de los astrónomos este fin de esta semana.
Según su brillo aparente, los astrónomos dicen que el asteroide, 2015 BY310, tiene entre 76 y 305 metros de diámetro.
Su viaje de dos años alrededor del Sol lo lleva ocasionalmente a través de la órbita de la Tierra, y el viernes la roca espacial, viajando a unos 27,359 km/h, se acercará a menos 6,437,000 millones de kilómetros de nuestro planeta.
Si bien ese es un margen lo suficientemente seguro como para que no tengamos que preocuparnos seriamente por el impacto de un gran asteroide que arruine nuestros planes de fin de semana, en términos astronómicos se trata de una aproximación muy corta.
El próximo acercamiento del asteroide será el 5 de marzo de 2025,y lo acercará aún más, a solo 4,800,000 millones de kilómetros.
2015 BY310 fue visto por primera vez, como su nombre indica, en enero de 2015. El último avistamiento oficial del objeto se produjo el 5 de julio de 2021, pero los expertos de la NASA confían en haber trazado su órbita y saben dónde es probable que se encuentre a finales de esta semana.
Si algún asteroide parece estar en camino de colisionar con la Tierra, la NASA cree disponer ahora de la tecnología necesaria para empujarlo a una órbita más segura.
En septiembre de 2022, la Prueba de redirección de doble asteroide (DART) disparó una nave espacial del tamaño de una nevera a Dimorphos, parte de un sistema de dos asteroides. El experimento fue diseñado para probar si un asteroide potencialmente peligroso podría desviarse lejos de la Tierra.
Y según los datos publicados recientemente por el equipo responsable del experimento, los seres humanos ahora son oficialmente las primeras criaturas en la historia de este planeta en evitar el tipo de desastre que significó el fin de los dinosaurios.
Los científicos afirman que el impactador DART, que usó una fuerza de 500 kilogramos para golpear el asteroide, liberando energía equivalente a unas tres toneladas de TNT, redujo en poco más de media hora el tiempo que tarda el pequeño asteroide Dimorphos en orbitar a su compañero más grande Didymos.
Antes del impacto, el equipo esperaba acortar el tiempo de órbita en unos siete minutos. Pero los asteroides son cuerpos complejos, y su densidad es difícil de predecir.
Pero los resultados fueron incluso mejores de lo esperado.
"Calculamos un cambio de período de 33 minutos", explicó Cristina Thomas, científica planetaria de la Universidad del Norte de Arizona, "que es mucho más grande y muestra cuán importante fue ese momento adicional del material expulsado para el cambio de período de órbita".
Entonces, mientras el Sistema Solar todavía está repleto de asteroides que potencialmente pueden matar planetas, la humanidad finalmente tiene alguna posibilidad de contraatacar.
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