Se espera que una nave espacial con el destino previsto de Mercurio haga un sobrevuelo cercano de Venus a mediados de octubre, brindando a los científicos la oportunidad de recopilar información adicional para respaldar las revelaciones recientes de que el planeta distante puede de hecho albergar vida.
La nave espacial en cuestión, BepiColombo, es parte de un proyecto internacional conjunto entre la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón. La misión de la nave está destinada a estudiar la composición, geofísica, atmósfera, magnetosfera e historia general de Mercurio.
Aunque BepiColombo puede proporcionar a los científicos una gran cantidad de información sobre Mercurio en unos pocos años, la misión espacial podrá brindar a los funcionarios más información sobre Venus antes, ya que la nave tendrá que realizar dos sobrevuelos a Venus mientras intenta utilizar atracción gravitacional del planeta para frenar su velocidad antes de dirigirse a Mercurio.
Según la ESA, se espera que el primero de los dos sobrevuelos tenga lugar el 15 de octubre. Aunque la fecha del segundo sobrevuelo aún no se ha confirmado oficialmente, se ha señalado una fecha tentativa del 10 de agosto de 2021.
Si bien la agencia ya ha indicado que los instrumentos a bordo de BepiColombo han sido diseñados para funcionar específicamente para el entorno de Mercurio, la ESA ha declarado que la misión todavía tiene la capacidad para investigar posiblemente la atmósfera y la ionosfera de Venus.
"Es una especie de sincronización perfecta", dijo a Forbes Jörn Helbert, cuyo equipo del Centro Aeroespacial Alemán ayuda a administrar los instrumentos en el orbitador de la ESA. "Ahora estamos viendo si nuestra sensibilidad es lo suficientemente buena para hacer observaciones".
Helbert le dijo al medio que él cree que el dispositivo de Radiómetro de Mercurio y Espectrómetro de Imágenes Térmicas (MERTIS) a bordo del orbitador de la ESA sería mejor para estudiar la atmósfera de Venus, pero que en última instancia todavía existe la posibilidad de que no tenga éxito, ya que el dispositivo se fabricó para Mercurio y estará a una distancia de más de 6.200 millas de Venus.
Sin embargo, el segundo sobrevuelo, que colocará al BepiColombo a una distancia de aproximadamente 340 millas del planeta, puede resultar mucho más fructífero, dijo Helbert. Y ante la posibilidad de que sea un éxito, MERTIS probablemente podrá confirmar si el gas fosfina, potencialmente un signo de vida microbiana, existe en Venus.
La agencia tendría que tener “mucha, mucha suerte” para detectar fosfina en Venus durante el primer sobrevuelo, dijo Helbert.
Un equipo internacional de investigadores sorprendió a muchos en las comunidades científicas a principios de esta semana después de que anunciaron que habían descubierto posibles signos de vida en Venus. Su estudio, que se publicó el 14 de septiembre en la revista Nature Astronomy, detalló que se habían detectado rastros de fosfina en las nebulosas nubes amarillas de Venus.
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