Una nueva investigación llevada a cabo por científicos de la NASA da fuerza a la teoría de que el océano interior de Europa, una de las lunas de Júpiter, podría ser capaz de albergar vida.
Europa es uno de los 79 satélites naturales de Júpiter y una de las más grandes lunas en nuestro sistema solar. Desde que se registraron imágenes de ella en las misiones Voyager y Galileo, la comunidad científica cree que la corteza de su superficie flota en un océano subsuperficial. Los orígenes y la composición de dicho océano, sin embargo, no se conocían.
Una nueva investigación, llevada a cabo por investigadores del Laboratorio de Propulsión a Reacción de la agencia espacial estadounidense, simuló cómo serían los depósitos geoquímicos en el interior de Europa. A partir de datos colectados por la misión Galileo, que estudió Júpiter y sus lunas cerca de ocho años a principios de la década de los 90, fue posible recrear la composición y las propiedades físicas del núcleo, la capa de silicato y del océano de la luna.
Entre otras cosas, los hallazgos muestran que el océano de Europa originalmente era ligeramente ácido, con altas concentraciones de dióxido de carbono, calcio y sulfato, explicó Phys.org. Aunque se pensó inicialmente que las aguas podrían todavía ser bastante ácidas, las simulaciones, combinadas con datos del telescopio espacial Hubble, sugieren que el agua probablemente se volvió rica en cloruro. Es decir, los hallazgos sugieren que su composición se volvió más similar a la los océanos en la Tierra.
"Creemos que este océano podría ser bastante habitable para la vida", explicó el científico planetario, Mohit Melwani Daswani, quién lideró el estudio.
Para Daswani, "Europa es una de nuestras mejores oportunidades de encontrar vida en nuestro sistema solar". Agregó que espera poder profundizar la investigación acerca de su habitabilidad en el marco de la misión Europa Clipper, que se lanzará en los próximos años y se dedicará al estudio de la luna jupiteriana.
El científico agregó que las simulaciones llevan su equipo a suponer que los océanos en otras lunas de Júpiter, como Ganímedes, así como en las de otros planetas, como Titán de Saturno, también pueden haberse formado por procesos similares. Por ende, dichos satélites naturales también son hipotéticamente habitables.
Daswani anunció sus hallazgos el pasado 24 de junio durante una presentación virtual en el marco de Goldschmidt, una conferencia anual sobre geoquímica y otros campos relacionados. El trabajo todavía no se ha sometido a la revisión por pares.
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