Las nuevas mediciones muestran que ha superado el récord mínimo anterior, establecido en marzo de 2017, de 2.1 millones de kilómetros cuadrados, después de caer a 1.98 millones de kilómetros cuadrados el 20 de febrero.
Los activistas dicen que la situación es tan grave que el hielo ahora se está reduciendo tres veces más rápido que en la década de 1990, lo que contribuye al aumento global del nivel del mar.
“Lo que está sucediendo en la Antártida es un evento extremo”, dijo a CNN Ted Scambos, glaciólogo de la Universidad de Colorado y científico principal del Centro Nacional de Datos de Hielo Marino.
"Existe un vínculo entre lo que sucede en la Antártida y la tendencia general de calentamiento en el resto del mundo, pero es diferente de lo que vemos en los glaciares de montaña y lo que vemos en el Ártico".
Los científicos definen la extensión del hielo marino como el área en la que la concentración de hielo es de al menos el 15 por ciento.
La extensión del hielo marino de la Antártida es muy variable, a diferencia del Ártico, donde los científicos dicen que el cambio climático está acelerando el derretimiento del hielo.
El hielo marino en el Ártico se redujo a un área de solo 1.82 millones de millas cuadradas en septiembre del año pasado, su 12° extensión más baja registrada.
La tasa de pérdida de hielo marino entre los dos continentes difiere en parte debido a su ubicación y proximidad a otros continentes.
La Antártida está rodeada por un vasto océano donde el hielo marino puede extenderse a través del Océano Antártico, mientras que debido a que el Ártico está rodeado por tierra, el hielo marino se forma y se extiende por toda Europa, América del Norte, Groenlandia y Asia.
Los datos satelitales de 1978 en adelante muestran que la Antártida todavía estaba produciendo una extensión récord de hielo marino en 2014 y 2015, antes de caer repentinamente al año siguiente.
Se ha mantenido por debajo del promedio desde entonces.
A bordo de una expedición científica dirigida a la Antártida, Laura Meller, de la campaña Proteger los océanos de Greenpeace, dijo: "Es aterrador presenciar cómo se derrite este océano congelado".
"Las consecuencias de estos cambios se extienden a todo el planeta, afectando las redes alimentarias marinas de todo el mundo".
Agregó: 'Nuestra reciente expedición científica en la Antártida confirmó que la crisis climática ya está afectando a especies clave en la región.
“En 2020, vimos que el Ártico alcanzaba su segunda extensión de hielo marino más baja registrada, ahora necesitamos una red global de santuarios oceánicos en medio de la interrupción de polo a polo.
'Todo ser humano en la Tierra depende de océanos saludables para sobrevivir; esta es una clara advertencia de que debemos protegerlos para siempre'.
Mientras los científicos investigan la compleja dinámica entre el calentamiento global y las tendencias del hielo marino, el colapso climático es evidente en la región, con algunas partes de la Antártida calentándose más rápido que en cualquier otro lugar del planeta.
La capa de hielo de la Antártida está perdiendo masa tres veces más rápido ahora que en la década de 1990 y contribuye al aumento global del nivel del mar.
El calentamiento rápido ya ha causado un cambio significativo hacia el sur y una contracción en la distribución del krill antártico, una especie clave, dijeron los activistas.
Una expedición reciente de Greenpeace a la Antártida también confirmó que los pingüinos papúa se están reproduciendo más al sur como consecuencia de la crisis climática.
Los científicos dicen que proteger al menos el 30 por ciento de los océanos con una red de santuarios es clave para permitir que los ecosistemas marinos desarrollen resiliencia para soportar mejor los rápidos cambios climáticos.
Greenpeace está haciendo campaña por un Tratado Global de los Océanos que podría permitir la creación de una red de santuarios oceánicos, libres de actividad humana dañina, en aguas internacionales.
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