Los expertos de la NASA están desconcertados por el misterioso polvo negro que se descubrió en un dispositivo enviado desde el espacio a la Tierra con muestras del peligroso asteroide Bennu. Los trabajos para seguir abriendo el contenedor se han suspendido temporalmente.
Hace tres años se tomaron muestras de la superficie del asteroide Bennu utilizando la estación interplanetaria OSIRIS-REx, creada específicamente para el estudio de los asteroides Bennu y Apophis. El 20 de octubre de 2020, OSIRIS-REx hizo contacto con el asteroide Bennu y recogió unos 60 gramos de roca residual (regolito) de su superficie. Luego la estación se dirigió a la Tierra y el 24 de septiembre de 2023, cuando sobrevoló la Tierra, se dejó caer una cápsula con muestras desde una altitud de 102 mil km.
Con la ayuda de un paracaídas, la cápsula aterrizó suavemente en un campo de entrenamiento militar en la parte desértica de Utah, EE. UU., y la estación OSIRIS-REx siguió una ruta determinada, ahora hacia el asteroide Apophis. Lo alcanzará en 2029.
La cápsula fue examinada y abierta en una sala limpia (posiblemente esterilizada) del Centro Espacial Johnson en Texas, mientras los científicos vestían trajes protectores.
Un misterioso polvo negro encontrado dentro de la cápsula abierta cubrió tanto la parte superior del panel de la cápsula como el mecanismo de recolección de muestras. Este polvo fue denominado "elemento no identificado".
Vídeo con las imágenes:
La NASA ahora dice que estudiarán este polvo para ver si vino de la superficie de Bennu como las muestras o entró en la cápsula por alguna otra ruta. Mientras tanto, la parte principal de la cápsula, que contiene las muestras del propio asteroide, aún no ha sido abierta y lo será “en las próximas semanas”.
Hasta ahora se ha sugerido cautelosamente que el polvo es "el resultado de problemas durante la recogida de muestras".
En las próximas semanas está prevista una conferencia de prensa en la que se presentarán los primeros resultados del análisis de la muestra de polvo de asteroide. Lo que está en juego no son sólo los descubrimientos científicos, sino también nuestra seguridad futura. El equipo científico ejerce la máxima concentración, teniendo en cuenta la delicadeza del proceso de desmontaje, para evitar cualquier daño a la muestra.
El asteroide Bennu orbita alrededor del Sol y se encuentra a 81 millones de kilómetros de la Tierra. Tiene sólo 1,5 km de diámetro y se cree que es un fragmento de un asteroide más grande. A pesar de su pequeño tamaño, el asteroide Bennu se considera el objeto más peligroso para la Tierra en el sistema solar, ya que su órbita se cruza con la órbita de la Tierra. Se espera que se acerque peligrosamente a la Tierra en 2182.
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